«Existe un fuerte vínculo que ya nos une: es el testimonio de cristianos, pertenecientes a diferentes Iglesias y tradiciones, víctimas de persecución y violencia únicamente por la fe que profesan. La sangre de estos mártires alimentará una nueva era de compromiso ecuménico, un nuevo y apasionado deseo de cumplir el testamento del Señor: que todos sean uno».
Las palabras del Papa Francisco en abril de 2015, al reunirse con los anglicanos en el Vaticano, explican y resumen a la perfección lo que se vivirá en Roma el domingo 14 de septiembre: una gran celebración ecuménica (la única organizada en la Ciudad como parte de las celebraciones del Jubileo, según especificaron los organizadores) para conmemorar a los nuevos mártires y testigos de la fe cristiana, tal como se hizo hace 25 años.
En el año 2000, sin embargo, la celebración, presidida por Juan Pablo II, tuvo lugar en el Coliseo. El Papa estará presente el 14 de septiembre, pero el lugar no será el Anfiteatro Flavio (debido a obras), sino la Basílica de San Pablo Extramuros. Un lugar elegido no por casualidad, como explicó a Fides el arzobispo Fabio Fabene, presidente de la Comisión de los Nuevos Mártires y secretario del Dicasterio para las Causas de los Santos:
«La Basílica de San Pablo fue elegida porque es el lugar donde está enterrado el Apóstol de los Gentiles, sobre cuya tumba cada año, el 25 de enero, representantes de diferentes confesiones cristianas se reúnen para rezar al concluir la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos». La fecha tampoco fue casual: «El 14 de septiembre es el día de la Exaltación de la Santa Cruz, una fiesta compartida por diferentes confesiones cristianas en conmemoración del hallazgo de la verdadera Cruz por Santa Elena, madre del emperador Constantino».
Y si hace 25 años el Coliseo conmemoraba principalmente a los cristianos caídos a manos de los regímenes políticos, dictaduras y guerras que sacudieron los siglos XIX y XX, la celebración del domingo conmemorará a quienes, independientemente de su denominación cristiana, dieron testimonio de su amor y fe en Cristo.
La lista completa de nombres, según se explicó durante una conferencia de prensa en el Vaticano, se hará pública en los próximos días. Sin embargo, la cifra total ya se ha publicado: 1.734. Se trata de personas cuyas historias, junto con su contexto sociopolítico, han sido analizadas por la Comisión “Nuevos Mártires – Testigos de la Fe”, creada por el papa Francisco precisamente con vistas al Jubileo de 2025.
Su tarea fue recopilar en un catálogo a todos aquellos que desde el año 2000 han “derramado su sangre para confesar a Cristo y su Evangelio”. Esta labor también se basa en los expedientes sobre agentes pastorales asesinados que publica anualmente la Agencia Fides.
La Comisión, compuesta por 11 miembros, recopiló datos de los últimos 25 años porque la lista ya había sido compilada para la celebración del 2000. Por lo tanto, los 1.734 nuevos mártires se agregan a esa larga lista. Los nombres que aparecen en esta nueva lista fueron enviados por Iglesias particulares, órdenes religiosas y movimientos o asociaciones laicas, que presentaron varios documentos a la Comisión. Los parámetros y la metodología utilizados como discriminadores, aclaró la propia Comisión, son diferentes de los que normalmente sigue el Dicasterio para las Causas de los Santos en el proceso de canonización.
Durante la conferencia de prensa, el profesor Andrea Riccardi, vicepresidente de la Comisión, enumeró las cifras, continente por continente: 304 en América; 153 en Europa, de los cuales 43 fueron asesinados en suelo europeo y 110 fueron asesinados fuera de Europa mientras estaban en misión; 277 en Oriente Medio y el Magreb, donde hay un gran número de no católicos, especialmente protestantes y cristianos orientales, y 357 en Asia y Oceanía, donde el mayor número de cristianos mueren en oración. La lista incluye a los 167 fieles católicos asesinados en una iglesia en Sri Lanka el Domingo de Pascua (véase Fides 3/5%2025). 643 cristianos fueron asesinados en África, la tierra donde más cristianos mueren. Las causas de las muertes violentas son diversas: narcotráfico, deforestación, explotación de recursos y la mafia en América. Allí, los cristianos se eliminan entre sí para eliminar a quienes protegen a los más vulnerables y al medio ambiente, mientras que, en África, los cristianos mueren a causa de ataques yihadistas, pero también por motivos étnicos y políticos, explicó Riccardi, precisando que la cifra es solo la punta del iceberg. En muchas zonas, especialmente las más remotas, no todos denuncian lo que sucede y es difícil encontrar documentos.
La celebración del domingo estará dedicada a ellos: una Liturgia de la Palabra presidida por el Papa León XIV, junto con representantes de las diversas denominaciones cristianas, incluyendo un representante del Patriarcado de Moscú, que se centrará en el pasaje evangélico de las Bienaventuranzas. La primera lectura, en cambio, se tomará del capítulo 3 del Libro de la Sabiduría, dedicado a la muerte de los justos. A continuación, se cantará el Salmo 120 y algunos versículos de la Primera Carta de Pablo a Timoteo.
Tras la homilía, la oración ecuménica continuará con el encendido de varias lámparas, una por cada oración leída, que simbolizan la luz de la resurrección, y que se colocarán ante la cruz. Al final, se realizará la profesión de fe en conmemoración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea y el Padrenuestro. (FB) (Agencia Fides 8/9/2025)
AcaPrensa / Agencia Fides











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