El 20 de junio, el Papa León XIV firmó el decreto de una curación milagrosa ocurrida en Estados Unidos, en un hospital de Rhode Island. Un bebé recién nacido había sanado inexplicablemente después de que un médico, al ver su grave estado, comenzara a rezarle a Don Salvador Valera Parra, sacerdote español que falleció a finales del siglo XIX con fama de santidad.
El largo y detallado informe aborda todos los pasos médicos que convencieron a médicos y teólogos a reconocer la inexplicable curación. El niño llamado Tyquan nació prematuramente en el Hospital Memorial de Pawtucket. Su estado general se consideró crítico de inmediato, tanto que el personal médico no esperaba que sobreviviera. De hecho, el niño había sufrido una privación prolongada de oxígeno, junto con otros síntomas que demostraban la gravedad de su condición.
«El hecho es que el recién nacido dejó de respirar. Prácticamente no respiró durante 65 minutos. Seguí rezando por él». «Entonces ocurrió algo inexplicable científicamente. Algo extraordinario fue responsable de su curación». El médico de guardia que atendía el caso en la sala, un español que conocía la fama de Valera Parra, recurrió a su intercesión por el pequeño. Las oraciones acompañaron esos momentos hasta que el corazón del bebé comenzó a latir sin intervención médica. Ahora esperan que el Vaticano fije la fecha de beatificación.











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