El nuevo pontificado comienza con una misa de impresionante simbolismo petrino: oración ante la tumba de San Pedro, imposición del palio y del Anillo del Pescador, y una liturgia que proclama a Cristo como la piedra angular.
El próximo domingo 18 de mayo a las 10:00, en la Basílica de San Pedro y su explanada, el Papa León XIV comenzará solemnemente su ministerio como Obispo de Roma y Sucesor de Pedro, con una celebración que concentra algunos de los ritos más antiguos, significativos y teológicamente densos de la tradición católica.
Oración en la tumba del pescador
El rito comenzará en el corazón mismo de la fe romana: la tumba del apóstol Pedro. León XIV, acompañado por Patriarcas orientales, descenderá a ese lugar santo, lo incensará y orará en silencio. No es un gesto arqueológico, sino eclesial: el Papa es aquel que ha sido elegido para ocupar la cátedra del mártir, el pescador que murió en Roma por confesar que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Palio y Anillo: los símbolos petrinos
Desde la tumba de Pedro partirán en procesión tres objetos litúrgicos: el Palio, el Anillo del Pescador y el Libro de los Evangelios. Estos se impondrán al nuevo Papa en la plaza, tras la proclamación del Evangelio.
El Palio, hecho con lana de cordero, representa al Buen Pastor que carga a la oveja perdida: una imagen del ministerio petrino como servicio pastoral y redentor. Decorado con cruces negras y tres alfileres que evocan los clavos de la cruz, se coloca sobre los hombros del Papa como signo de la carga del rebaño.
El Anillo del Pescador, por su parte, remite al Pedro que echó las redes a la palabra de Cristo. Es anillo y sello: símbolo de autoridad, pero también de fidelidad en la fe, como quien sella un testamento. La oración con que se impone pide que Cristo, “Pastor y Obispo de nuestras almas”, lo entregue al nuevo Papa.
Liturgia con corazón petrino
El simbolismo de Pedro impregna toda la liturgia: desde la Primera Lectura (Hechos 4,8-12), en la que Pedro proclama que “no hay otro nombre bajo el cielo” que salve, hasta el Evangelio de Juan 21 en latín y griego, donde Jesús encarga a Pedro apacentar su rebaño.
Durante la homilía, tras el rito de obediencia prestado por doce fieles, el Papa dirigirá su primera gran exhortación como sucesor de Pedro. Posteriormente, la Eucaristía será celebrada con el Canon Romano, y al final, el Papa pronunciará una breve alocución, impartirá la bendición solemne pascual, e invocará la imagen de la vid y los sarmientos para referirse a la Iglesia.
Unidad, obediencia y misión
Es una liturgia que proclama la verdad de la fe católica: que la Iglesia es una, fundada sobre un solo Pedro, confesada por los mártires, animada por el Espíritu, y enviada al mundo entero. El Papa León XIV, en su primer gesto público como pontífice, no improvisa ni innova, sino que recibe, transmite y testimonia: como Pedro, por la fe en Cristo, hasta la cruz si es necesario.
“Apacienta mis ovejas”, le dijo el Señor a Pedro. León XIV, bajo el signo del Palio y del Anillo del Pescador, ha aceptado ese encargo.
AcaPrensa / InfoVaticana
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