Roma. La tarde de ayer, mientras las miradas de toda la Iglesia están puestas en el próximo cónclave, InfoVaticana tuvo un inesperado encuentro con el cardenal Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos y señalado por muchos como uno de los principales candidatos a suceder a Francisco.
El cardenal nos afeó la publicación en InfoVaticana del informe completo que detalla las graves acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales durante su etapa como obispo de Chiclayo y superior agustino en EE.UU.
Pero lo verdaderamente revelador no fue su gesto, sino sus palabras. Lejos de negar la veracidad de los documentos, las acusaciones, los testimonios o los hechos recogidos en el informe, Prevost expresó su frustración y dolor porque “habeís publicado información reservada de la Congregación para la Doctrina de la Fe» y haciendo referencia a la voluntad de las víctimas de permanecer en el anonimato. En ningún caso desmintiendo la información ni las gravísimas acusaciones que pesan sobre él.
La escena confirma algo que ya era evidente: la izquierda eclesial ha estado haciendo campaña abierta por Prevost, colocándolo como su candidato ideal para continuar la agenda del actual pontificado. Y, sin embargo, ayer vimos el retrato del candidato derrotado: un hombre frustrado porque las sombras de su pasado han salido a la luz y, con ellas, sus aspiraciones al papado se desmoronan.
Es significativo que tanto James Martin como Austen Ivereigh —con quienes nos encontramos horas antes— hayan reaccionado con la misma actitud: ninguno niega las acusaciones, pero todos están profundamente molestos porque se hayan publicado. Para ellos, el problema no son los hechos, el problema es que se sepa.
AcaPrensa / Jaime Gurpegui / InfoVaticana











Leave a Reply