Entrevista a Nicolás Stier organizador de Nuestra Señora de la Cristiandad – Argentina
Nicolás Stier, 37 años, padre de familia, vive en la Patagonia argentina, en la provincia de Río Negro. Cursó parte de sus estudios universitarios en Francia, donde conoció de cerca la Misa tradicional y participó en la célebre peregrinación de Chartres. Fue entonces —cuenta Stier, quizá porque siempre ha tenido una vocación política orientada al bien común— cuando “la Providencia se sirvió de mí para despertar la inquietud de hacer esto en Argentina”. Así, en 2009, junto a tres amigos, realizó el primer recorrido desde General Rivas hasta el santuario de Luján, gran símbolo mariano de la provincia bonaerense.
En esta entrevista concedida a InfoVaticana, Nicolás relata el origen de la peregrinación que se celebra este fin de semana: parte hoy, 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen, y culminará el domingo 17, cuando unos 2.000 peregrinos lleguen a Luján.
¿Qué fue lo que más le impactó de la peregrinación de Chartres en Francia y lo inspiró a hacerlo en Argentina?
Me pareció algo fabuloso porque tiene cosas muy interesantes desde el punto de vista del capítulo, de la comunidad natural —que es la que peregrina— de fomentar nuevas comunidades naturales tradicionales, que no está dirigido por una congregación puntual y particular ni un sacerdote puntual y eso hace que sea algo bien apostólico, que sea de todos, que todos se sientan parte. Es una organización que logra juntar en la misma peregrinación a todo el mundo, a todas las congregaciones.
Pasa que cuando organiza algo un sacerdote o una congregación, van algunos, no van todos. Esto siempre se lo marqué mucho a Diana Catalán, que es la presidenta de la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad (NSC) de España, que a mí me parecía muy importante que los sacerdotes ocupen el lugar que tienen que ocupar (la celebración de la liturgia, los sacramentos, el acompañamiento espiritual), pero que se entienda claramente que la organización de la peregrinación es de los laicos.
¿Cómo organizaron la primera peregrinación NSC en Argentina?
Bueno, comenzamos a buscar de dónde salir para llegar a Luján, porque la idea era llegar al santuario recorriendo 100 km. Primero queríamos salir de La Plata, pero pasábamos por muchos lugares medio peligrosos o medios complicados, por villas y demás. De hecho, recuerdo un episodio que iba con mamá en el autito, íbamos recorriendo y de repente nos metimos en una villa mirando el GPS, ahí dije, «de acá de La Plata no podemos ir, va a ser imposible». Pero bueno, la idea inicial siempre fue juntar dos santuarios Marianos o un lugar con Luján.
Nosotros vivíamos en General Rivas (al oeste de Luján) e íbamos a Misa a Rawson (a 35 km de Gral. Rivas), donde había un sacerdote diocesano que rezaba la Misa tradicional. Lo natural era que fuera desde ahí, yendo por el campo, por todos los caminos rurales. Estaba todo como armado, porque justo de Rawson a Luján son 100 km.
Al principio empezó como una prueba, a ver qué pasaba, y como funcionó tan bien y fue algo tan grande, siempre con muchas gracias, hicimos el esfuerzo de seguir y hoy ya es una máquina imparable. Podemos faltar nosotros que la peregrinación se va a hacer igual.
Esta es una peregrinación con un camino exigente de 3 días por el campo, uno pensaría que la mayor participación es por parte de los jóvenes, sin embargo, sabemos que van familias completas con niños pequeños, ¿cómo viven ellos este recorrido?
Sí, nosotros hace 3 años empezamos con los capítulos de familia que caminan la mitad de los kilómetros todos los días. Son el semillero del futuro. Es también la oportunidad de nosotros, los primeros organizadores, de poder hacerla con nuestra familia. Este año mi hermano la hace con sus hijos y yo no veo la hora de hacerla con los míos. Mi mujer con los chicos van a ir el último día a la Misa de cierre y caminaremos con cochecitos los últimos 7 km hasta la basílica. Son muchas las familias que hacen eso.
¿Cómo podría describir lo que se vive en la peregrinación de NSC?
Físicamente es duro y espiritualmente muy profundo. Uno termina con un gozo en el alma que lo va experimentando y lo va viendo con las gracias que recibe. Después, en lo humano es muy alegre, muy jovial, de mucho compañerismo en un ambiente de servicio. Es encontrarse en un ambiente donde decís, «comparto con toda esta gente lo más importante de mi vida, que es la fe». Al final igual creo que depende mucho de cada uno. Llega gente que viene por el desafío nada más, viene gente curiosa por conocer, porque en el fondo es una experiencia inolvidable. Es un campamento de dos noches con 2000 peregrinos.
La primera noche la pasamos alrededor de un fogón, con arengas y charlas de los veteranos de la guerra de Malvinas. Nosotros nos apoyamos mucho en los veteranos porque para nosotros es un resabio de la cristiandad argentina donde se combatía por la patria y por Cristo. Ellos se llenan de gozo de venir y estar con nosotros, porque ven ahí un renacer de la patria joven.
La segunda noche es de adoración al Santísimo.
Una de las cosas que yo vi cuando la experimenté por primera vez (en Francia) es que es como un retiro porque son tres días. Habitualmente los retiros son de 3 días, si bien San Ignacio los pensó para 30 días, en este mundo moderno nos cuesta salir. Al final, uno profundiza mucho en esos días de oración y sacrificio y le saca provecho espiritual. Al final decís, «Ah, no me quiero ir».
¿Además de la Misa y el acompañamiento espiritual, hay más actos de devoción que se viven en la peregrinación de NSC?
Nosotros les ofrecemos, a los peregrinos que hagan la consagración al Inmaculado Corazón de María de San Luis María Grignion de Montfort. Este año hay 250 consagrándose o renovando su consagración. También hacemos la imposición del escapulario a los peregrinos que quieran.
Y lo más importante que nosotros tratamos de hacer es asegurar un sacerdote cada 100 peregrinos. O sea, este año tenemos como 20 sacerdotes, porque no puede faltar la confesión, es fundamental para que haya realmente una conversión.
¿Qué frutos han visto en estos 16 años que llevan realizando la peregrinación de NSC?
Hemos visto gente que hacía 40 años que no se confesaba, hemos visto scouts que han hecho su profesión de fe, hemos visto conversiones reales en chicos y tenemos un montón de testimonios de gente que dice, «No, no, esto es tremendo, a mí me cambió la vida», viven, palpitan todo el año para la peregrinación.
Hemos visto gente que se ha convencido de la Misa, han empezado a descubrirla y le piden a sus sacerdotes que vayan a sus casas para hacer la Misa tradicional. Es una gracia que los ha tocado por el lado bien litúrgico.
Hemos visto sacerdotes acercarse porque nos conocieron por internet y de repente, firmes todos los años convencidos de que su vida espiritual pasaba por conocer y aprender la Misa tradicional.
Traditionis custodes modificó el escenario de muchas comunidades y actividades en las que se celebraba la Misa tradicional, ¿cómo afectó esto a la peregrinación de NSC?
Cuando salió en 2021 Traditionis custodes, el obispo de Mercedes de Luján sacó un decreto prohibiendo la Misa tradicional en la basílica, pero nos reciben igual, nos abren las puertas de la basílica, nos dejan rezar un rosario, hacemos la adoración al Santísimo y se canta el Salve. Siempre en buenas relaciones con los rectores de la basílica. Este año, por ejemplo, nos van a prestar la custodia que está en el museo. Es la custodia más linda que debe tener la Argentina.
Ya para finalizar, ¿qué relación mantiene con la peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad de Francia y España?
Si bien nosotros nos inspiramos y copiamos un montón de cosas de ellos, que son los tips que nos fueron tirando, la realidad es que somos totalmente independientes y recién el año pasado empezamos a establecer un contacto más fluido y frecuente desde lo institucional con ellos. Eso es porque nuestra realidad eclesial es distinta a la de ellos.
La de España tiene menos años, empezó después y ellos se apoyaron un poco en nosotros. Pero, por ejemplo, nosotros lanzamos una campaña de donación en Europa y los de España nos ayudaron a recaudar los fondos, gracias a eso compramos un juego de ornamentos para Misa solemne. Ellos difunden el capítulo Ángel de la Guarda allá y nosotros difundimos el capítulo de Ángel de la Guarda de ellos acá. Así que, sí, tenemos una linda ida y vuelta.
¿Cómo ve el futuro de la peregrinación de NSC y de la Misa tradicional?
Se está armando —esto lo está liderando Nuestra Señora Cristiana de Francia— una red de peregrinaciones tradicionales. Está bueno porque me parece que es el momento, sobre todo, y atendiendo a este tiempo de la Iglesia que vivimos, para mostrarnos muchos, fuertes y unidos para que definitivamente se libere la Misa tradicional que nosotros entendemos que es el centro de la cultura cristiana y de la vida del católico.
Es necesario que la Iglesia vuelva a ser lo que tiene que ser en este mundo, sal y luz de la tierra. Tristemente vemos en Argentina una Iglesia que no sala, y mi explicación es que además de que faltan santos, no hay un culto que santifique realmente.











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