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LEÓN XIV DENUNCIA LA “CULTURA DE LA MUERTE” Y URGE A VIVIR EL BAUTISMO CON RADICALIDAD AcaPrensa / InfoVaticana

En una audiencia con catecúmenos, capellanes y catequistas de Francia celebrada este martes 29 de julio en el Vaticano, el Papa León XIV recordó que el Bautismo no es una simple ceremonia, sino una transformación que compromete al cristiano a rechazar la “cultura de la muerte” presente en la sociedad actual.

 

Acompañado por Mons. Jean-Philippe Nault, Obispo de Niza, el Pontífice explicó que este sacramento “nos introduce en la comunión con Cristo y nos da la vida”, haciéndonos miembros plenos de la familia de Dios. “El Bautismo nos convierte en testigos de Cristo”, subrayó con firmeza.

 

Denuncia del relativismo moral y la cosificación del ser humano

 

El Papa enumeró los signos concretos de esa cultura de la muerte: “la indiferencia, el desprecio por los demás, la droga, la búsqueda de una vida fácil, una sexualidad convertida en entretenimiento y cosificación de la persona humana, la injusticia, etc.”. Frente a ello, urgió a los futuros bautizados a renunciar a esas prácticas y vivir como verdaderos cristianos.

 

Destacó el signo de la vela encendida del cirio pascual como símbolo de la luz de Cristo que debe mantenerse viva mediante la escucha de la Palabra y la participación constante en la Eucaristía.

 

Llamado a una fe concreta y misionera

 

“El catecumenado es un camino de fe que no se concluye con el Bautismo”, advirtió el Papa, sino que continúa durante toda la vida, con sus momentos de alegría y dificultad. Por ello, exhortó a los presentes a no contentarse con un conocimiento teórico del cristianismo, sino a vivir su fe de manera concreta, encarnando el amor de Dios en lo cotidiano.

 

Invitó a profundizar la relación con Cristo mediante la oración, la vida comunitaria y, en particular, el sacramento de la Reconciliación, al que calificó como esencial para el crecimiento espiritual.

 

Ser cristiano no es una etiqueta: es una decisión

 

En la parte final de su discurso, el Papa León XIV enfatizó que “no nacemos cristianos, nos convertimos cuando somos tocados por la gracia de Dios”, una gracia que requiere respuesta libre y consciente. “Sin esas verdaderas exigencias, llevaremos la etiqueta de cristianos, pero seremos cristianos por conveniencia, por costumbre o por comodidad”, advirtió.

 

El Pontífice concluyó animando a los catecúmenos a permanecer unidos a Cristo, fuente de paz, alegría y amor, especialmente en medio de las tribulaciones, el cansancio y la sequedad espiritual.

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