Intervención del Vaticano en Charlotte con el cardenal Robert Prevost. El obispo Martin, figura central en la controversia sobre la Misa tradicional en la Diócesis de Charlotte
En una reunión celebrada el pasado mes de abril entre el entonces cardenal Robert Prevost —hoy Papa León XIV— y el obispo de Charlotte, Michael Martin, el Vaticano instó a este último a reducir el ritmo de sus planes de reformas drásticas en la diócesis.
Según reveló ayer The Pillar, la advertencia se centró particularmente en el controvertido plan de Martin para trasladar la catedral diocesana, una decisión que había generado ya reacciones divididas entre el clero y los fieles.
Cambio de catedral y oposición creciente
La diócesis de Charlotte había anunciado en abril de 2024 la necesidad de una nueva catedral, ante la insuficiencia del actual templo de San Patricio, construido originalmente como parroquia. Un grupo de trabajo convocado por el obispo emérito Peter Jugis recomendó construir un nuevo templo.
Sin embargo, tras asumir el cargo en mayo de 2024, el obispo Martin exploró otras opciones, incluyendo el uso de una parroquia ya existente como nueva catedral. Finalmente se decantó por la iglesia de San Marcos, en Huntersville, a unos 20 minutos del centro urbano, lo que provocó sorpresa entre los fieles.
El plan suscitó interrogantes no solo sobre la idoneidad de ubicar la catedral fuera de la ciudad sede, sino también sobre el destino de una donación de 10 millones de dólares destinada originalmente a construir un nuevo templo.
Intervención vaticana
La reunión entre Martin y el entonces prefecto del Dicasterio para los Obispos tuvo lugar el 1 de abril de 2025. Una fuente vaticana explicó a The Pillar que el cardenal Prevost manifestó inquietud por “la velocidad con la que [Martin] quería implementar cambios importantes” sin haber tenido aún tiempo suficiente para conocer la diócesis.
El deseo fue que se moviera más despacio, mucho más despacio, especialmente en lo que respecta a la catedral”, indicó la fuente.
La reunión, según esta misma fuente, fue de carácter fraterno y pastoral, habitual para obispos recientemente nombrados, y no una medida disciplinaria.
Conviene recordar que formalmente corresponde al Papa erigir una catedral, no al obispo diocesano.
Planes litúrgicos paralizados
Al mismo tiempo, el obispo Martin afrontaba resistencia interna a un ambicioso proyecto de reforma litúrgica, que incluía la prohibición del uso de vestimentas romanas, crucifijos sobre el altar, latín en la liturgia y las oraciones tradicionales de revestimiento sacerdotal.
Un borrador de esas nuevas normas, publicado el miércoles por el blog tradicionalista Rorate Cæli, fue posteriormente retirado tras recibir críticas internas. Según The Pillar, Martin estaría ahora considerando una política litúrgica más limitada, centrada en la supresión de los comulgatorios (altar rails).
La diócesis declaró al National Catholic Register que el documento filtrado era “un borrador inicial que ha pasado por múltiples revisiones” y que aún está en discusión.
Carta abierta y clima de tensión
En enero de 2025, circuló en la diócesis una carta abierta anónima dirigida a Martin, que según The Pillar fue bien recibida por muchos sacerdotes. El texto denunciaba una “falta de sensibilidad pastoral”, “micromanagement arbitrario”, “ausencia de sinodalidad” y una gestión “autocrática”.
El documento pedía al obispo que suspendiera cualquier cambio significativo durante al menos dos años, para permitir el establecimiento de relaciones, la escucha activa y el conocimiento real de la diócesis.
Además, un estudio reciente del Catholic Leadership Institute identificó como áreas problemáticas la “rapidez del cambio” y la dificultad para “generar confianza”.
AcaPrensa / Traducción fiel de The Pillar – “At Prevost meeting, Charlotte’s Martin urged to slow down on cathedral project” (29 de mayo de 2025) / InfoVaticana.
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