La comunidad nunca dejó de creer, y hoy celebra no solo la restauración del templo, sino también el triunfo de la esperanza sobre la destrucción. El Cardenal Fernando Chomali presidirá la misa de reapertura.
Después de casi cinco años desde que fuera incendiada de forma intencional, la parroquia La Asunción de Santiago de Chile volverá a abrir sus puertas este domingo 25 de mayo a las 10:00 horas. La ceremonia, presidida por el Cardenal Fernando Chomali, Arzobispo de Santiago, será mucho más que un acto litúrgico: representará un símbolo de renovación espiritual y social para una comunidad que se negó a perder la fe.
La reapertura del templo no sólo celebra la restauración del edificio, sino que busca enviar un mensaje profundo de resiliencia: «la esperanza no se quema». Así lo expresa la comunidad parroquial, que durante estos años de espera mantuvo viva su fe, impulsando la reconstrucción del templo como signo tangible de que «es posible reconstruir después del dolor y levantarse después de la caída, cuando Dios está en medio de su pueblo».
Ubicada en la Avenida Vicuña Mackenna 69, esta iglesia fue construida en 1876 y ha sido durante más de un siglo un lugar de oración, encuentro comunitario y servicio. Sin embargo, durante el estallido social de 2019, fue violentamente saqueada. Encapuchados desmantelaron su interior, llevándose bancas, confesionarios, cuadros, imágenes y esculturas religiosas. Al año siguiente, en octubre de 2020, el templo sufrió un nuevo ataque: un incendio provocado que consumió su techo, su aguja y otras dependencias parroquiales en cuestión de minutos, a pesar del esfuerzo de varias dotaciones de bomberos.
En aquel entonces, el párroco P. Pedro Narbona compartió su sentir con ACI Prensa, afirmando con firmeza que «la muerte y el dolor no tienen la última palabra, sino que la última palabra siempre la tienen la esperanza y la vida. El que triunfa es siempre nuestro Señor y nosotros estamos apoyados y unidos a él».
Las pérdidas patrimoniales fueron irrecuperables: se perdieron obras de arte, elementos históricos y arquitectónicos de gran valor. Pero la tragedia no quebró el espíritu de la comunidad. Por el contrario, unida por la fe, trabajó sin descanso para devolverle la vida a su parroquia.
Ahora, con el templo restaurado, la comunidad ve en esta reinauguración un llamado más amplio: «a restaurar el alma de nuestra patria herida», recordando que lo sucedido con La Asunción refleja una realidad más profunda que vive Chile: «fracturas, incendios sociales, polarización, desconfianza, pérdida de referentes comunes». La reconstrucción del templo, en el marco del año jubilar, busca ser una señal de que es posible volver a comenzar. Porque, como afirman con convicción: «la esperanza no se quema».
Un video elaborado para las recientes fiestas patronales documenta visualmente el proceso de reconstrucción del templo, reflejando el esfuerzo colectivo de una comunidad que nunca dejó de creer.
AcaPrensa / ACIPrensa / InfoCatólica
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