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DEMANDA A COLORADO POR LA NORMA QUE OBLIGA A ACEPTAR TRANSEXUALES EN BAÑOS FEMENINOS

El Camp IdRaHaJe ha presentado una demanda federal contra el Departamento de Primera Infancia de Colorado, denunciando que una normativa estatal les obliga a permitir el acceso a duchas, dormitorios y vestuarios en función de la identidad de género, lo cual consideran contrario a sus creencias religiosas.

 

El campamento cristiano IdRaHaJe, con sede en Colorado y activo desde 1948, ha interpuesto una demanda federal contra el Departamento de Primera Infancia del estado por una normativa que, según alegan, vulnera su derecho a la libertad religiosa. La regulación estatal exige que todos los campamentos residenciales para menores permitan el acceso a instalaciones separadas por sexo —como duchas, dormitorios, vestuarios y baños— basándose en la identidad de género de la persona, incluso si esta difiere de su sexo biológico.

 

La red de campamentos, cuyo nombre proviene del himno cristiano de 1922 I’d Rather Have Jesus, mantiene políticas que separan dichas instalaciones en función del sexo biológico, fundamentadas en sus creencias religiosas. En la demanda se afirma que Camp IdRaHaJe enseña que Dios «ha creado inmutablemente a cada persona como hombre o mujer a su imagen» y que «la diferenciación de los sexos forma parte de la imagen divina en la humanidad».

 

Según el escrito legal, estas convicciones están integradas en todas las actividades y operaciones del campamento. Tras solicitar una exención a la norma por motivos religiosos, el departamento estatal rechazó la petición, a pesar de que su reglamento permite exenciones individuales cuando una normativa supone una «carga excesiva». En este caso, las autoridades determinaron que la objeción religiosa no cumplía con dicho criterio.

 

De no acatar la norma, los campamentos podrían enfrentarse a la suspensión o revocación de su licencia, además de sanciones económicas. Camp IdRaHaJe ha anunciado que no aplicará las disposiciones impugnadas, pese a que la temporada de actividades comienza el 8 de junio. Para renovar sus licencias, los campamentos deben certificar el cumplimiento de todos los reglamentos estatales, algo que, según la demanda, no podrán hacer si mantienen sus políticas actuales.

 

La organización solicita a un juez federal que impida de forma inmediata la aplicación de esta normativa en sus instalaciones, argumentando que su cumplimiento vulneraría el derecho a la libertad religiosa protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Asimismo, la demanda sostiene que la medida infringe la cláusula de igual protección de la Decimocuarta Enmienda, al no reconocer los derechos de las organizaciones religiosas como grupo protegido.

 

«Estas regulaciones obligarían al campamento a violar sus creencias religiosas al modificar sus políticas y operaciones basadas en su visión sobre la sexualidad y el género», señala la demanda, que ha sido presentada por la organización jurídica Alliance Defending Freedom (ADF), especializada en casos de libertad religiosa.

 

Camp IdRaHaJe acoge cada verano entre 2.500 y 3.000 niños de entre 6 y 17 años, y fue fundado con el objetivo de «ganar almas para Jesucristo mediante la predicación del Evangelio» y «edificar a los creyentes a través de la enseñanza de la Palabra de Dios».

 

En declaraciones públicas, Andrea Dill, abogada de ADF, ha afirmado que «el gobierno no tiene derecho a cerrar un campamento cristiano por sostener sus creencias religiosas sobre la sexualidad humana». Dill añadió que IdRaHaJe «acepta a todos los campistas» y pidió al tribunal que permita al campamento seguir operando como lo ha hecho durante más de 75 años.

AcaPrensa / CNA / InfoCatólica

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