Una experiencia por USA
Por gracia de Dios, este fin de semana hemos podido volar a USA, invitado por las diócesis de Lincoln, en el centro del país del “Tío Sam».
La idea era, aprovechando un congreso hispano organizado por la pequeña pero ferviente diócesis de Lincoln, Nebraska (pujante en vocaciones, recta en doctrina y respetuosa en la liturgia), poder dictar allí algunas conferencias acerca de los “Cristeros mexicanos», “La Virgen de Fátima y los errores de Rusia” y la ideología progresista.
Y lo que iban a ser un par de conferencias en una diócesis, terminaron siendo una serie de conferencias en tres diócesis distintas: la citada, la arquidiócesis de Kansas y la diócesis de Kansas City-Saint Joseph. Todo muy agotador, pero altamente edificante.
En Lincoln, tuvimos la gracia de conocer, además del pueblo fiel, a Mons. James Conley, su obispo, un antiguo converso del protestantismo y para sorpresa nuestra, antiguo discípulo del gran John Senior, de quien tantas veces hemos hablado en este sitio. Una gracia.
Y, como si fuera poco, pudimos parar unas noches en el pujante seminario que, en esa diócesis, tiene la Fraternidad Sacerdotal San Pedro, sociedad de vida apostólica de derecho pontificio que celebra exclusivamente la misa tradicional, con más de 90 seminaristas provenientes tanto de USA como de Hispanoamérica. Un gozo enorme; gente completamente normal, católica y verdaderamente apostólica que busca con sinceridad expandir el Evangelio allí donde se lo permitan.
¿Qué podemos llevarnos de este viaje de unos días en el país del norte? Pues, de nuestra pequeña experiencia, el celo de muchos sacerdotes, laicos y, principalmente, las ganas que -sobre todo- los hispanos provenientes de sus países tienen de aprender. En efecto, muchos de ellos, debieron abandonar sus países para poder buscar nuevos rumbos y nuevos empleos, alejados de sus familias, de sus afectos, etc., pero llevando en sí un fervoroso catolicismo que no debe apagarse por el contacto con esa nueva cultura “gringa».
Sucede, según nos contaron, que normalmente a los “hispanos” (como allí les dicen), al llegar a USA, les toca colocar a sus hijos en colegios públicos (obviamente, no católicos) por lo que, lamentablemente, quienes llegan (personas muchas veces de pocos recursos), logran mantener la Fe que traen desde sus países, pero no así las siguientes generaciones, que no tuvieron siquiera una formación católica escolar; de allí la necesidad (como sucede en Lincoln), de lograr que los colegios católicos, además de ser católicos no sólo de nombre, sean accesibles económicamente para todos.
O, si no, optar por el home-schoolling, que no es fácil para quienes trabajan de sol a sol, claro está.
Sea como fuere, lo cierto es que, los hispanos, están, poco a poco, convirtiendo a USA, de una Fe protestante y calvinista en su origen, a un país con cada vez mayor presencia católica seria.
En fin. Una experiencia bellísima, de la cual, además de hermosos recuerdos, nos llevamos unas fotos que ahora compartimos.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
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