Ni frío ni bicho pueden con nosotros

No hay quien pueda, no hay quien pueda, con la gente de la Sierra… Otros lo cantan cambiando algo la letra: no hay quien pueda, no hay quien pueda, con mi amiga Rafaela…

Estamos como queremos. Días de frío muy intenso. En Braojos, como aquí se dice, una rasca que quita el hipo. Como ven, y a pesar de poner un rato la calefacción, aquí, en la iglesia, calores los justos. Apenas diez grados.

¿Y cómo vamos de coronavirus? Pues mal, como en todas partes. Los últimos datos de coronavirus en Braojos nos dicen que en los últimos 14 días hemos tenido 12 casos, lo que nos da una incidencia de 5.825,2.

¿Y qué hacen? Lo de siempre, la vida ordinaria con cuidadito y punto. ¿Incluidas las misas? Claro, las misas, el rosario, la exposición del Santísimo y lo que haga falta. Con cuidado, con precaución, pero aquí lo que decimos es que al final o te mueres del virus o te mueres de asco, y tampoco es eso.

Seguimos teniendo misa algunos días laborables. Con frío, bien abrigados, mascarilla y gel que no falten, pero ahí estamos. Juntarnos ocho o diez es lo habitual. No está nada mal. Mañana sábado celebraremos a san Vicente mártir, titular de la parroquia, con misa solemne y veneración de la reliquia del santo, sin beso, pero hay otras formas de venerar, por ejemplo la inclinación profunda de cabeza.

Y también mañana, a partir de las 20 h., nuestro tiempo prolongado de adoración al Santísimo. Y el domingo, tras la misa de las 13 horas, bendición de animales con motivo de san Antón.

¿Y la gente va? Va. Lo que es claro es que si nos “acongojamos” por el frío y el virus y echamos el cierre al templo, no va nadie. Si abrimos, aunque sea con un frío helador, mañana irá mas gente y posibemente haya que celebrar con las puertas abiertas de par en par, alguien irá. Eso sí, para compensar me dicen que mañana, al acabar la misa, el ayuntamiento nos obsequiará con vino, pan y chorizo. Buenos son. Y el que tenga miedo que no coma.

Hay que vivir, con cuidado y con optimismo. Somos serranos… y podemos con todo.

Recuerdo en una ocasión, hablando con una Rafaela cualquiera, que yo le comentaba que la gente iba poco a misa porque decían que hacía mucho frío en la iglesia. Me respondió:

– Frío, frío… más frío hace en el fútbol y no faltan. Lo que falta es devoción.

Pue eso…