La verdad sobre el covid con tres años de retraso.
Tribuna Actuall / Chistopher Manion, investigador del Population Research Institute
-16/03/2023
Tres años después del comienzo de la pandemia ha quedado evidenciado que fue un virus de laboratorio chino utilizado como arma biológica.
Lo que hace tres años era «teoría de la conspiración» hoy lo confirma el FBI
Cuando en febrero del 2020 el pánico por la pandemia COVID empezaba a propagarse en EE.UU., New York Post publicó un artículo titulado “No compres el relato de China: El coronavirus puede haberse filtrado de un laboratorio”. Al cumplirse el tercer aniversario de esa publicación, el New York Post publicó una reseña sobre la censura que sufrió inmediatamente.
“¡Boom! Cayó el martillo de las Big Tech, y nuestro artículo de opinión fue suprimido y calificado como ‘desinformación’”, escribieron los editores del New York Post el mes pasado. Y no les faltó razón. La noticia fue borrada inmediatamente de las principales redes sociales. Las Big Tech callaron toda voz disidente con la narrativa oficial y suprimieron cualquier idea de que China pudiera haber desarrollado el virus en el laboratorio biológico de nivel 4 ubicado en Wuhan dirigido por el Ministerio de Defensa Comunista de China.
Los miembros de Population Research Institute (PRI) ya hemos visto muchas veces esta película sobre descalificación pública y censura.
Hace 40 años, cuando el presidente del PRI Steve Mosher, dio a conocer la terrible política china de abortos forzados, el Gobierno chino lo expulsó de su país. La Universidad de Stanford, temerosa de ofender a sus socios comunistas, también le cerró la puerta. Nadie quería oír hablar de ello. Pero eso fue antes de que yo pudiera localizar a Steve y llevar su testimonio ante el Senado, donde yo trabajaba como miembro del staff del Comité de Relaciones Exteriores.
Con China comunista negándolo todo, los demócratas pro-aborto también calificaron a los hallazgos de Mosher como “desinformación”. Cuando el senador Jesse Helms (republicano de Carolina del Norte), defensor de la vida, insistió en la cuestión, los demócratas exigieron que organizaramos una sesión informativa para escuchar las consideraciones del Departamento de Estado.
Sin duda, supusieron que podrían encontrar a un “experto” gubernamental fiable capaz de demostrar que Mosher estaba equivocado totalmente.
El senador Helms presidió la sesión informativa en la cual Mosher presentó su testimonio y la evidencia que lo respaldaba. Los demócratas indignados y sus colaboradores dejaron claro su descontento desde que empezó. Querían que Helms condenara las conclusiones de Mosher y terminara la sesión en diez minutos.
Sin embargo, éste adoptó una táctica diferente. Repasó con calma y amplitud las conclusiones de Mosher, añadiendo datos basados en su propia investigación. Sostuvo que basó su testimonio únicamente en documentos públicos y que no se basó en material clasificado.
Al concluir el examen de las pruebas presentadas dijo: “Me han pedido que responda tres preguntas: ¿Existe un programa de abortos forzados?, ¿el Gobierno chino lo conoce? y ¿lo está aplicando?”
Hizo una pausa que concentró toda la tensión del momento y luego dijo: “La respuesta a estas tres preguntas, senadores, es Sí”. Se oyeron jadeos en la sala. Y agudas miradas cayeron sobre mí de parte de un par de enfadados.
Un detalle interesante: aunque el experto en población del gobierno se basó únicamente en información pública, la audiencia fue “clasificada”, únicamente para proteger la identidad del funcionario que testificó (y por eso no mencionamos su nombre aquí). ¿Por qué quiso mantenerse anónimo? Porque de otra manera no hubiera podido volver a China.
Mosher también compartió sus conclusiones con funcionarios de la Administración Reagan, para consternación de los “expertos en China” del Departamento de Estado y del lobby abortista. En última instancia, esos hallazgos desempeñaron un papel importante en la formulación de la “Política de Ciudad de México” del presidente Reagan promulgada finalmente en 1984 sobre la cual el PRI ha informado y que ha logrado muchos éxitos durante años. Gracias a ello y en poco tiempo, la espeluznante verdad sobre la “política del hijo único” de China fue revelada al mundo.
Otro encubrimiento que, por fin, es puesto al descubierto: El virus chino
Hace dos semanas, el Wall Street Journal soltó una bomba: el Departamento de Energía de EE.UU. había revelado que “Una fuga de un laboratorio en China [fue el] origen más probable de la pandemia de Covid”. Este el revelador informe señala que “el Ministerio de Energía se une ahora al FBI al afirmar que el virus probablemente se propagó a través de un percance en un laboratorio chino”, cuya fuente es “un documento actualizado del Consejo de Seguridad Nacional”.
“La conclusión del Ministerio de Energía es el resultado de nuevos datos de inteligencia y es significativa porque la agencia tiene una considerable experiencia científica y supervisa una red de laboratorios nacionales de EE.UU., algunos de los cuales llevan a cabo investigación biológica avanzada… El FBI llegó previamente a la conclusión de que la pandemia era probablemente el resultado de una fuga de laboratorio en 2021 con una ´confianza moderada´ y todavía mantiene esta opinión”, añade Wall Street Journal.
El FBI admite ahora que la fuente más probable del coronavirus fue el laboratorio de bioseguridad de nivel 4 del Ministerio de Defensa chino, en la ciudad de Wuhan.
El director del FBI, Christopher Wray, dijo que se tardó tanto en llegar a esa conclusión porque China comunista estaba haciendo todo lo posible “para frustrar y obstruir el trabajo” del FBI y de otros organismos que intentaban demostrar el origen del virus.
Pero los comunistas chinos no son las únicas fuerzas que han hecho todo lo posible “para frustrar y obstruir el trabajo” de demostrar los orígenes del virus. Durante 3 largos años, sus negativas fueron apañadas por una prensa unánime del establishment.
Steven Mosher fue uno de los principales objetivos de esa campaña, y ahora está claro por qué los apologistas de China lo incluyeron en su lista negra global. La información prohibida de Mosher identificó no sólo la fuente del virus – el Laboratorio de Wuhan – sino la razón por la que fue creado.
“Allá por febrero de 2020, publiqué artículos en los que argumentaba no sólo que el virus chino procedía del laboratorio de Wuhan, sino que se trataba de un arma biológica creada mediante técnicas de ´ganancia-de-función´ (gain of function)”, afirma Mosher. “Al instante me tacharon de conspiranoico y mis artículos desaparecieron de Internet. Para mí era claro que, si estaba recibiendo tantas críticas, debía estar sobre lo correcto”.
“Ahora han pasado más de tres años y tenemos a actores del deep state como Christopher Wray participando en ¨reuniones reservadas´. Ahora admiten que fue ‘una fuga de laboratorio’, con la esperanza de que esta verdad parcial apacigüe la controversia. Pero no se apaciguarán las cosas”, dijo Mosher – y está decidido a asegurarse de que eso no suceda.
“El virus chino no sólo se creó en el laboratorio de Wuhan -utilizando técnicas estadounidenses de ganancia-de-función y financiación estadounidense-, sino que se creó para su uso como arma biológica y se liberó deliberadamente en el mundo”, afirmó.
Para demostrar su punto de vista, Mosher planteó una situación hipotética usando al Dr. Anthony Fauci como protagonista. Fauci fue director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) desde 1984 hasta 2022, y asesor médico jefe de Joe Biden durante el 2021 y el 2022.
Preguntó Mosher “¿Cuál sería su opinión si EE.UU. a través de Fauci hubiera entrenado a científicos chinos sobre cómo enriquecer uranio, hubiera ayudado a financiar su programa de enriquecimiento y, de hecho, les hubiera proporcionado algo de uranio enriquecido? ¿Y qué opinarían si desde entonces hubieran construido un montón de armas nucleares y las hubieran detonado deliberadamente en todos los países del mundo?”.
“Ahora sustituya las palabras ‘uranio enriquecido’ por ‘Virus de China o COVID’ y sabrá lo que realmente sucedió. Y sabrán también por qué el deep state está tan desesperado por esconder su participación encubriendo a China”.
Como se ha demostrado en los últimos tres años, no es sólo el deep state el que ha estado ocultando los hechos sobre China. Los “medios convencionales” han estado haciendo su parte – no sólo ocultando la verdad, sino que además ridiculizando a las pocas fuentes que la revelaban los hechos calificándolos como “teóricos de la conspiración”.
Mientras Washington vacila, la China comunista no pierde el tiempo. El martes pasado, en la Tercera Sesión Plenaria de la Asamblea Popular Nacional en Pekín, el “Querido Líder” Xi Jinping amenazó a EE.UU.
Xi acusó a EE.UU. de intentar “acorralar a China” y su ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang, redobló la apuesta: “Si EE.UU. no pisa el freno y sigue avanzando a toda velocidad por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda evitar el descarrilamiento y seguramente habrá conflicto y confrontación”, dijo Qin.
Tres días después, Xi prestó juramento para un tercer mandato sin precedentes como Presidente en la Tercera Sesión Plenaria de la Asamblea Popular Nacional, celebrado en el Gran Salón del Pueblo de Pekín.
El líder comunista chino más fuerte desde Mao ha lanzado el guante en busca de medirse a duelo. ¿Está Joe Biden a la altura del desafío?
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