La Tolerancia de los intolerantes
¿Que es la Tolerancia?
Hay quienes afirman que es uno de los valores más respetados de nuestra sociedad actual y que guarda relación con la aceptación de aquellas personas, situaciones o cosas que se alejan de lo que cada persona posee o considera dentro de sus creencias.
Tolerancia proviene del latín “tolerare”, la que se traduce al español como “sostener”, o bien, “soportar”.
Sin embargo sabemos que “Tolerar” va más allá de soportar y está más relacionado con la aceptación de algo con lo que no se está de acuerdo o que no se adecua a mis creencias o valores. Me parece fundamental recordar que aceptar es admitir y asumir que algo se ha dado, que algo es, que algo ocurre o ha ocurrido. Aceptar no es estar de acuerdo. Aceptar efectivamente va más allá de lo moral. Aceptar es reconocer que algo es o algo pasó, más allá de que me guste o no, más allá de que me parezca o no, esté de acuerdo o no. Es, pasó, sucedió, se da, se dio, existe, o no se dio, o se dio de esta manera, etc.
Tal como se plantea hoy en día la tolerancia se convierte en un valor que nos permite convivir con personas de diferentes creencias, doctrinas, religiones y culturas. Es la que nos permite vivir en armonía con personas muy distintas.
Me parece muy interesante relacionar y entender que la tolerancia es aceptar incondicionalmente al otro incluso más allá de que sea distinto a mi persona, tenga creencias o valores diferentes, etc.
Pienso que estamos invitados a valorar a cada ser humano como un ser único e irrepetible, como un don para el mundo. De esa manera vamos a celebrar las diferencias, puesto que entendemos que cada ser humano es valioso porque ha sido creado con una dignidad de persona humana, invitada a la felicidad y a realización personal en una misión trascendente.
Me parece interesante nutrir “La Tolerancia” no solamente de otros valores sino sobre otras virtudes que nos conducen a buscar el bien y la verdad de nosotros mismos. Tales como por ejemplo; la caridad, la reverencia, la fe y la esperanza. Digo esto puesto que no podemos correr el riesgo de relativizar el bien o la verdad sobre el Ser Humano. No se trata solo de soportar o aguantar. Pienso que tampoco es negar nuestra jerarquía de valores o nuestros principios morales. Se trata de aceptar al otro incondicionalmente. Se trata de aceptar la realidad y el momento presente, consciente de que es lo único que nos pertenece; sólo en este medio nos podemos plantear actos libres; sólo en el instante presente establecemos un auténtico contacto con la realidad.
Para concluir hay que decir que “Tolerar” no significa estar de acuerdo, significa asumir y admitir que una realidad es. En ese contexto se señala lo importante que es abrirse a distintas realidades buscando la verdad del Ser Humano por tanto no hay que tener miedo a pensar distinto, a disentir o a tener otras opiniones. “Tolerar” no significa decir las cosas por miedo o quedarse callado. Que la famosa tolerancia no nos quite la conciencia de ser levadura en la masa, signo de contradicción en nuestra sociedad contemporánea.