La nueva Beata Española: Conchita Barrecheguren.
InfoCatólica
7 de mayo 2023
En una ceremonia llevada a cabo en la Catedral de Granada este sábado, se proclamó beata a Conchita Barrecheguren, originaria de España. Según el vicepostulador de su causa, el Padre Francisco José Tejerizo, ella era simplemente una cristiana común y corriente.
Más de 2.500 fieles, incluyendo unos cien familiares de la recién proclamada beata, asistieron a la ceremonia oficiada por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
La historia de Conchita Barrecheguren
María de la Concepción del Perpetuo Socorro Barrecheguren García nació en Granada en 1905 y fue bautizada el día de la Inmaculada en la parroquia del Sagrario de la Catedral de Granada.
Vivió tan solo 21 años con cinco meses y 16 días, un tiempo «más que suficiente para hacerse y construirse como mujer —como mujer cristiana–-, y para desarrollar sus cualidades», según explicó el padre Tejerizo en la redacción de su biografía.
En 1926, Conchita enfermó gravemente debido a una tuberculosis mientras se encontraba de camino a una peregrinación a Lisieux.
El padre Tejerizo, destaca la admiración que provoca en quienes la conocieron, debido a su capacidad para enfrentar sus sufrimientos a pesar del desarrollo de su enfermedad.
Según el vicepostulador, la fe de Conchita le permitió comprender que los planes de Dios no siempre son los mismos que los suyos, y que debía aceptar su vida y su modo de seguir a Jesucristo como laica.
El sacerdote destaca que la vida de la nueva beata refleja dos aspectos enfatizados por el Concilio Vaticano II, que tuvo lugar años después: «La importancia de los laicos en la Iglesia y su participación, a través del Bautismo, en el sacerdocio de Cristo».
Para él, la sencillez de Conchita y su humilde condición de cristiana común son un testimonio relevante en la actualidad, mientras que lo verdaderamente extraordinario es su vida ordinaria y corriente.
Sin embargo, destaca dos aspectos relevantes: «Su modo de afrontar la cruz y su alejamiento del mundo y de todo lo que pudiera distraerla de su proceso de crecimiento espiritual».
Al momento de su fallecimiento, el 13 de mayo de 1927, Conchita había vivido toda una vida en la que nunca «buscó ni vivió cosas llamativas. Simplemente fue cristiana», porque respondía a su día a día con fe.
En el año 1938, durante la Guerra Civil española, se inició la causa de canonización de Conchita. La causa concluyó en 1945 y, poco después, el Papa Pío XII permitió continuar el proceso al no encontrar nada objetable en sus escritos.
En el año 1977, se llevó a cabo un proceso supletorio diocesano en el que se presentaron 23 testigos.
En el año 2016, se examinó en la Diócesis de Orihuela-Alicante el presunto milagro de la curación de una niña de 16 meses que había sufrido un síndrome de shock tóxico con daño multiorgánico en el año 2014.
En el año 2020, el Papa Francisco emitió un decreto en el que se reconocían las virtudes heroicas de Conchita, y en el 2022 se autorizó la publicación de otro decreto que certificaba que un milagro había sido atribuido a la intercesión de la nueva beata.
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