Beatifican a primera mujer laica del Opus Dei que llega a los altares
Este sábado 18 de mayo el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió en Madrid la Misa de beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, la primera laica del Opus Dei en llegar a los altares.
En su homilía, el Cardenal Becciu afirmó que la nueva beata «nos enseña qué bello y atrayente es poseer la capacidad de escuchar y una actitud siempre alegre incluso en las situaciones más dolorosas».
Además, resaltó el Purpurado, «su corazón estuvo siempre abierto a las necesidades del prójimo, traduciéndose esto en una actitud de acogida y comprensión».
«Guadalupe se presenta ante nuestros ojos como un modelo de mujer cristiana siempre comprometida allí donde el designio de Dios quiso que estuviera, especialmente en lo social y en la investigación científica. En definitiva, fue un don para toda la Iglesia», resaltó el Cardenal.
El Prefecto también destacó la capacidad de Guadalupe Ortiz para enseñarnos “que es posible armonizar la oración y la acción, la contemplación y el trabajo”.
Asimismo, “nos enseña que bello y atrayente es el poseer la capacidad de escuchar y una actitud siempre alegre incluso en las situaciones más dolorosas”.
Por su parte, el Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, tras agradecer a Dios la beatificación de Guadalupe, pidió al Cardenal Becciu que transmitiera al Papa Francisco su gratitud y la de toda la prelatura del Opus Dei.
“Dígale que agradecemos el mensaje que nos ha enviado y que acabamos de escuchar; que le manifestamos nuestro filial afecto y rezamos por su ministerio pastoral de sucesor de Pedro”, pidió.
El Prelado encomendó a la intercesión de la beata Guadalupe el propósito de todos los fieles de la Obra “de ser siempre buenos hijos de la Iglesia; y que la prelatura del Opus Dei, como quiso San Josemaría, sirva siempre a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida”.
“Que con la gracia de Dios, la mediación materna de Santa María, y el ejemplo de la nueva beata, sepamos descubrir cada día que nuestra vida ordinaria es lugar en que Jesucristo nos espera y ocasión de transmitir a los demás la alegría del Evangelio”, destacó.
Más de 11.000 personas de 60 nacionalidades acudieron a Madrid para participar en la beatificación, pero muchos la siguieron virtualmente a través de la televisión o por streaming, desde sus casas o distintas páginas organizadas en distintas ciudades del mundo, acompañadas de mariachis, comida mexicana o experimentos de química, informa la oficina de prensa del Opus Dei en España.
Entre los asistentes a la Misa estaban los familiares de la nueva beata. Luis Cruz, sobrino nieto y capellán universitario en Madrid destacó de su tía que “era una mujer que sabía ponerse en la mirada de Dios para ver lo bueno de lo que le sucedía y lo bueno de cada persona”. Destacó que “miraba con una sonrisa alegre y disfrutabas estando con ella”.
También acudieron los tres hijos de Antonio Sedano, quien recibió el milagro de ser curado de un carcinoma por intercesión de la nueva beata. Dijeron estar “muy agradecidos y emocionados. Ella nos sigue ayudando en cosas pequeñas”.
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